Toda actividad de comercio necesita de un contenedor para entregar al comprador sus productos, y en concreto el pequeño comercio no puede escaparse a la necesidad de ofrecer bolsas a sus clientes. Esta necesidad se ha aprovechado siempre como soporte publicitario, para la promoción de una imagen de marca, producto o servicio. Con este mismo objetivo, diversas categorías de bolsas se utilizan en los diferentes sectores económicos como mero regalo promocional, para nuestras compras, para actividades de ocio, en ferias y congresos…
El progreso de las técnicas de impresión, así como la posibilidad de realizar una personalización total de materiales y diseños para tiradas relativamente pequeñas con tiempos de producción razonables, ha agudizado el ingenio de los creativos publicitarios, dando resultados sorprendentes que consiguen el objetivo de crear un recuerdo de marca gracias a un soporte muy económico y útil, que además nos aporta una amplia exposición pública. Hemos recogido de la red algunos de los ejemplos más imaginativos; son estos: